Modernismo
El producto que se anuncia es Champagne Codorniú, bebida alcohólica para la que Ramón Casas elaboró diferentes carteles a finales del s. XIX y donde resumía en coloridas instantáneas los signos de identidad de la marca de cava: sofisticación y elegancia. En el mismo cartel también podemos encontrar el nombre del propietario de la conocida marca de cava, Manuel Raventós. El hecho de que aparezca dicho elemento en publicidad era mucho más común en aquella época que actualmente: hoy en día, ni en las bebidas alcohólicas ni en cualquier otro producto es común encontrar el nombre del propietario de la empresa en su publicidad, a no ser que la marca tenga su mismo nombre.
Dentro de los elementos de la imagen, podemos identificar claramente las cajas de la bebida anunciada, así como la misma botella y la bebida en la copa de la mujer. El resto de elementos solo juegan un papel decorativo que nos darán información acerca del público objetivo al que se quieren dirigir, así como la imagen que tratan de dar de la propia marca: su función es transmitir valores como la elegancia y la riqueza. La mujer, que es la protagonista de la imagen, también nos transmite valores de feminidad.
Cava Codorniú

El objetivo principal de la gráfica podemos decir que es, por la alegría que muestra la protagonista, tratarnos de hacer creer que bebiendo Codorniú podemos lograr una vida más próspera y acomodada, y que es un producto que ante todo, nos provocará felicidad.
Respecto al público objetivo, como en la mayoría de carteles de Ramón Casas, la mujer es el elemento central del cartel. Con esto podemos decir que va dirigido a mujeres jóvenes- adultas, como la representada. Por su vestimenta y decorado (muebles típicos de clases nobles, más ostentosos) también podemos decir que está más dirigido a un público de clase alta, que habita en grandes urbes y que acostumbra a llevar una vida acomodada, con todo tipo de lujos a su servicio y que habitúa a pasar el rato con gente de su misma clase social, charlando o tomando algo.
El formato es gráfico, se trata de un cartel que posiblemente haya sido colocado por las calles o en sitios cerrados más lujosos, para llegar más fácilmente a su público objetivo. Es una imagen rectangular, un formato práctico para usar como cartel.
En ambos carteles no se nos da demasiada información acerca del producto. Después de verlo no conocemos nada de sus características, sabor, etc. Por todo esto, podríamos decir que cumple una función meramente persuasiva: Casas trata de convencernos de que ese cava es el mejor, transmitiéndonos sensaciones y vendiéndonos experiencias.
Pertenece a la época del modernismo. Encontramos características evidentes de este arte: uso de líneas curvas; la representación no excesivamente realista y el uso de imágenes femeninas en actitudes delicadas y gráciles, con ondas en el cabello y pliegues en sus vestimentas, y una actitud tendente a la sensualidad y a la complacencia de los sentidos, llegando incluso a cierto erotismo.